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Definición de Fascismo origen, y características

Mercedes Roch
Lic. en Historia

El fascismo fue un movimiento ideológico y político de extrema derecha que surgió en Italia durante la Primera Guerra Mundial bajo la figura del dictador Benito Mussolini, quien inició su gobierno de facto en 1922. Una vez en el poder, implantó el totalitarismo y el militarismo en la sociedad, defendiendo valores anti-democráticos y ultra-nacionalistas.

El gobierno autoritario de Mussolini finalizó en 1943, año de su encarcelamiento. Posteriormente, al terminar la Segunda Guerra Mundial y ante la derrota del fascismo como ideología, el líder fue ejecutado. Su cuerpo, colgado boca abajo en la plaza pública de Loreto, sufrió desfiguraciones producto de los golpes de militantes antifascistas.

Origen

El fascismo surgió en Italia mientras transcurría la Primera Guerra Mundial. En su desarrollo fue fundamental el rol de Benito Mussolini quien, en 1915 y luego de haber sido expulsado del Partido Socialista, unió bajo su figura a las agrupaciones nacionalistas existentes en Italia que se daban a sí mismas el nombre de “fascio” (en referencia al símbolo de la disciplina y el orden de la Antigua Roma).

Para 1919, cuatro meses luego de la finalización de la Primera Guerra, se fundó el movimiento político de extrema derecha “Fasci italiani di combattimento” el cual se adjudicó el rol de salvaguardar a la patria atacando violentamente a los huelguistas y a los trabajadores de izquierda. En este sentido, vale señalar que el fascismo aprovechó las circunstancias de crisis generalizada para implantar sus ideas en la sociedad. Esto fue así porque, por un lado, la economía dañada por la guerra y, por el otro, la idea de una “victoria mutilada” (entendiendo que a Italia no se le habían otorgado los territorios que le correspondían luego de ganar la guerra), crearon un escenario propicio para las ideas nacionalistas. Asimismo, la pretensión internacionalista del comunismo que había triunfado en Rusia en 1917, se presentó para los nacionalistas como un problema que se debía eliminar.

En ese contexto, el 9 de noviembre de 1921, se fundó por iniciativa de Mussolini el Partido Nacional Fascista y sus militantes conformaron la fuerza parapolicial autodenominada “camisas negras”. Rápidamente ganaron gran poder y, en octubre de 1922, el partido llevó a cabo la Marcha sobre Roma por la cual se hizo un golpe de Estado, se disolvió el Parlamento y se nombró a Mussolini como Jefe de Estado. De esa forma el fascismo se instauró en el poder y rápidamente su modus operandi se expandió por otros lugares del mundo, fundamentalmente en Alemania, España y Portugal.

Características

El fascismo fue un movimiento ideológico y político de ultra-derecha que contó con ciertas características fundamentales. En primer lugar, se caracterizó por la exaltación del patriotismo y la lucha por un pasado supuestamente glorioso que debía ser recuperado. En esa línea, se defendían valores radicalmente nacionalistas que, en la búsqueda por restaurar las tradiciones, discriminaban y atacaban a las minorías en favor de una raza “puramente” italiana.

Por otro lado, el fascismo se caracterizó por implantar una militarización de la sociedad y las instituciones. En este sentido, se difundió la idea acerca de que era necesario combatir a ciertos enemigos, fundamentalmente a los extranjeros y los militantes de izquierda, y la sociedad en su conjunto actuó como guardiana del orden establecido.

Otra característica fundamental del fascismo fue que instauró el totalitarismo y el autoritarismo en base al culto al líder carismático Benito Mussolini, nombrado como “Il Duce”. Dicho personalismo fue favorecido por el uso de simbologías y propaganda política, el control de los medios de comunicación, y la manipulación del sistema educativo.

Sumado a lo mencionado, el fascismo se presentó como una tercera vía entre la derecha liberal y el socialismo marxista que, basándose en principios de orden, patria y tradición, se mostró contrario la democracia. De esta forma, durante el gobierno fascista se prohibieron los partidos políticos y los sindicatos, los tres poderes del Estado fueron monopolizados por el líder y se implantó el terror como estrategia política.

Finalmente, en cuanto a lo económico, el fascismo buscó la regulación en favor del desarrollo industrial nacional, lo cual se vio favorecido por la utilización de mano de obra esclava o semi-esclava que era otorgada a las empresas privadas partidarias del régimen.


Referencias bibliográficas

Gentile, E. (2004), “Fascismo. Historia e interpretación”, Madrid: Alianza.

Poulantzas, N. (1998), “Fascismo y dictadura”, México: Siglo XXI.

Autora

Escrito por Mercedes Roch para la Edición #120 de Enciclopedia Asigna, en 01/2023. Mercedes es Profesora y Licenciada en Historia, egresada de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Maestranda en Estudios Culturales Latinoamericanos. Autora de Primeras (Editorial Malisia).