En los siglos XVIII y XIX el Imperio Británico reclutó para sus servicios a soldados mercenarios que luchaban contra sus propios intereses de nacionalidad como es el caso de la India. Cabe aclarar que no sólo lo hicieron para Gran Bretaña, sino que también servían para Francia y Portugal y funcionaban en los hechos como ejércitos de ocupación en su propio territorio o en cualquier territorio que mereciera la defensa de los intereses portugueses o franceses.
El término "cipayo" debe su origen a la palabra del idioma persa "Sepahi" cuyo significado en la antigüedad era "soldado". El Imperio Persa se caracterizó por ser uno de los imperios con el ejército más desarrollado y complejo de la antigüedad, elemento crucial que le permitió conquistar pueblos cercanos y convertirse en uno de los territorios con mayor supremacía de esa época. Esto quiere decir que en aquel momento el término no cargaba con el sentido peyorativo con el que lo conocemos en la actualidad, ya que un soldado era un individuo honorable y leal.
La transformación del concepto "cipayo" se dio progresivamente en el transcurso del siglo XIX cuando el Imperio Británico conquistó la India en base al uso de soldados mercenarios locales, es decir de nacionalidad india, que a cambio de un pago determinado, cumplieron tareas en beneficio de los intereses de la Corona Inglesa. Se transformaron en verdaderos ejércitos de ocupación en su propio país y desde entonces el concepto que hoy les presentamos ganó una progresiva connotación negativa.
En la segunda mitad del siglo XX muchos países latinoamericanos comenzaron a utilizar el término con el sentido peyorativo y negativo ya mencionado para hacer referencia a aquellos individuos que actuaban en contra de los intereses nacionales y especialmente a favor de los intereses de potencias como Estados Unidos o Gran Bretaña.
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Cabe destacar que en la actualidad la denominación "cipayo" no se utiliza únicamente con respecto a los ejércitos o milicias de cada país que luchan en contra de sus propios intereses, sino que también se aplica a todas las instituciones o civiles que colaboran con las demandas o intervenciones (directas o indirectas) de agentes externos al territorio nacional.